domingo, 24 de julio de 2011

NIÑOS SOMALIES


África continente negro
cuna de la humanidad,
origen de la evolución
del hombre moderno ( homo sapiens ).

Continente negro apodado así de forma peyorativa y racista
por el Imperio Británico y las grandes potencias europeas
a finales del siglo XIX y principio del siglo XX,
exclavizando a su pueblo, saqueando y robando
a diestra y siniestra sus riquezas naturales,
y sumergiéndola en la pobreza extrema y la miseria.

Hoy vive una de las tragedias más grave y triste
de la historia de la humanidad de los últimos tiempos.
La hambruna, desnutrición y muerte, azotan la población
al Sur de Somalia, sobre todo de sus niños
los más vulnerables, muerte absurda, nefasta e injusta.
Producto de la sequía más severa e importante
de los últimos 60 años en el Cuerno de África,
a consecuencia de los cambios climáticos
por la contaminación desmedido de energía fósil ( carbón y petróleo ).

Esta miseria, injusticias desigualdades
es debido al saqueo del erario público
por políticos ambiciosos, ladrones y corruptos,
a guerras civiles, golpes de estado, dictaduras
y afán de poder de una élite por controlar el país.
Además por el incontrolable desarrollo industrial
de los países del primer mundo y su exagerado afán de riqueza
a costa de la humanidad y la madre naturaleza,
al consumismo innecesario, fatuo y superfluo,
que con la ley de los mercados, subsidios y competencia desleal,
y el neo liberalismo salvaje han quebrado y arruinado a los pueblos del
tecer mundo,
incluyendo a los países africanos, de los más pobres del mundo.
Gastos excesivos en armamentos del imperio estadounidense
y sus aliados con la venia y genuflexión de la Onu,
para invadir países con grandes reservas de petróleo y gas, como Irak
y Libia.
Consecuencias que pagan los pueblos con endeudamiento y aumento
de más impuestos,
ceseción de pago de la deuda como es el caso de los Estados Unidos
de Norte América
con consecuencias graves para la economía mundial
e inestabilidad del dólar en los mercados internacionales.
Tanto despilfarro de recursos económicos en guerras absurdas
invadiendo a pueblos por el sólo hecho de pensar diferente
o tener otra ideología, credo u forma de vida distinta,
o con el pretexto de poseer armas de destrucción masiva;
pudiendo utilizarse esas riquezas en producir más alimentos
y combatir la miseria, la pobreza y el hambre en todo el planeta,
y ayudar a los niños del mundo y en especial a los niños de Somalia
que mueren de sed, hambre y desnutrición.