lleno de amor y generosidad,
en tu infinita bondad
entregaste a tu hijo Jesús crucificado
para el perdón de nuestros pecados
y ser merecedores ante tus ojos de vida eterna.
Cristo en tus hombros soportaste el peso
y el dolor de nuestras penas y miserias
y con tu sangre derramada
lavaste nuestras culpas y ofensas,
para hacernos dignos
ante los ojos de nuestro creador.
Ruego Señor por el alma de tu siervo
Rafael José Galíndez Echegaray
quien partió de este mundo hace 40 años,
un 16 de Julio de 1.965 para ser recibido
en tus brazos y vivir eternamente junto a ti
en el reino de los cielos.
Te recordamos con amor, tu esposa Maura Rosa,
tus hijos María Coromoto, Rafael José y Rafael Tomás,